Foro

Hola mequenses y amig@s, otra vez llega hasta ustedes las “Rápidas” con noticias de nuestro acontecer. Hoy comentándoles sobre una actividad del grupo local de Santiago de Cuba. Como ya es costumbre del grupo del MEC en esta tierra de montañas y titanes, cada año miramos hacia el punto más alto de la cordillera de la Gran Piedra ubicada a 1234 msnm, y con el ímpetu de la juventud y la gracia de nuestro Señor Jesucristo nos aventuramos en un camino de poco más de 10 km en ascenso, en el que la fauna y la vegetación exuberante nos hace compenetrarnos más con la creación. Decía Martí que subir montañas hermanaba personas. Estamos segur@s que definitivamente el esfuerzo de compartir una meta nos hace más unid@s.
El sábado 19 de abril en un proyecto conjunto con la UJC provincial estuvimos por esos caminos, con el objetivo de adentrarnos más en el mundo de la ecología junto a la mística y la espiritualidad cristiana. Los participantes apreciamos lo real y lo divino que hay en cada elemento del universo que nos rodea. Sentimos la presencia de Dios en cada ser viviente, en cada hábitat…y nos comprometimos a relacionarnos con la creación no como sus dueños, sino armónicamente y con la responsabilidad de cuidarla, respetarla y hacerla duradera. Por el contrario a las lecturas que muchas veces hacemos de los textos bíblicos en las que nos sentimos, como seres humanos, con el derecho a dominar y subyugar la naturaleza. También la visión apocalíptica del mundo ha convertido a algunos cristianos en entes pasivos, que solo se preocupan por un mundo que está por venir y descuidan el actual mundo que nos ha entregado Dios.
La comunión con Dios y su creación no pudo ser más perfecta; todos los jóvenes allí presentes, sentimos la lluvia sobre nuestros rostros, las nubes en nuestras manos, el aire más que puro en nuestros pulmones, el silencio de las piedras, el canto de los pájaros, las risas de los amig@s junt@s. No solo el esfuerzo de conseguir una meta común nos puede unir, también el amor y la dicha de saber que somos un@ con Dios y el universo. Damos gracias al Señor por la experiencia, y contamos los días para que el próximo año podamos repetirla.